sábado, 6 de julio de 2019

VINO NUEVO. ODRES NUEVOS

 San Mateo 9,14-17.
Se acercaron a Jesús los discípulos de Juan y le dijeron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?". Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!".
+El Evangelio (vino nuevo) necesita ser recibido y guardado en corazones abiertos y nuevos (odres nuevos)... El Evangelio transforma corazones. El corazón que se resiste al Evangelio está cerrado a su acción, sin embargo la "briza suave" revolotea sobre todas para que al instante de abrir el corazón allí esté presente la vida nueva para esa persona.

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