San Mateo 20,20-28.
+En el corazón humano se debate el dilema: soy alguien o no soy nadie. Somos hijos de Dios -necesitamos tener claro este dato que hace que la existencia humana no dependa de logros y éxitos- y por ello revestidos de una dignidad inviolable y única. En sentido estricto: nadie ocupa en el universo, en la relación con Dios y con los demás el lugar que me corresponde. La categorización social que busquemos o que nos coloquen -o nieguen- puede influir en el concepto de cuan importante soy a nivel social, familiar, eclesial.
+Jesús desalienta entre sus discípulos la búsqueda y lucha por el poder dentro de la Iglesia. Ustedes tienen que ser servidores los unos de los otros.
+Qué Jesús purifique en los bautizados laicos y curas, monjas y obispos, esta tendencia tan humana pero no pocas veces perjudicial para el anuncio del Reino. La Iglesia en salida es mucho más genuina que la Iglesia estancada en el poder.
Jueves 25 de Julio. Misa Capilla La Gruta 18.30hs.
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