San Lucas 10,25-37.
*Entre el individualismo y la indiferencia es bueno preguntarse nuevamente: ¿Quién es mi prójimo?. En la cultura del descarte y la violenta eliminación del otro esta pregunta se vuelve más exigente. El próximo no es sólo el que camina conmigo y en la misma dirección, es también el que quedó o queda fuera de la sociedad, al borde del camino mal herido.
*Hay muchas personas heridas que necesitan "manos tendidas" para ayudarlos a caminar, "manos sanadoras" que ayuden a restaurar la dignidad, "manos amigas" que acerquen un plato de comida pero sobre todo la ternura simple de quien tiene en cuenta al otro. *Todos estamos llamados a pedir ayuda y a dar ayuda.- "Pasar de largo" con cualquier excusa es invariablemente la fachada de la indiferencia, de la intolerancia, del no te metás.
Jesús, buen Samaritano, ven en ayuda de los heridos de la sociedad. Amén.-
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