viernes, 2 de noviembre de 2018

¿PEREGRINOS O ESPECTADORES? (3)

¿PEREGRINOS O ESPECTADORES? (3) (continuará)

En el texto anterior decía que la mirada sobre las cosas eran no pocas veces parciales. El Papa Benedicto XVI con mucha lucidez ponía de manifiesto "el peligro del relativismo de la verdad" y esa especie de crear cada uno su verdad a medida y según la circunstancia. Está claro que eso conduce a la imposibilidad de un diálogo en la verdad y sí a la posibilidad de manejar medio verdades que terminan siendo en el fondo una mentira respecto a la verdad. Hay muchos pensadores y personas comunes que no creen en la verdad absoluta y objetiva y convierten "su verdad" en una palabra meramente opinable. Todo termina en una opinión. Para que esta opinión revista cierta autoridad se hace un slogan "del especialista que sabe" y dice a todos los demás que somos ignorantes lo que hay que hacer. Esos especialistas son cuestionados por otros especialistas y eso nos reduce al "escepticismo" (no creer en nada ni en nadie). Ese escepticismo es fruto del relativismo de la verdad. No es nuevo, viene de hace más de un siglo pero ahora recupera su vidriera.
A continuación citaré a Zygmunt Bauman (que no es católico) textualmente: "Como la mayoría de los conocimientos disponibles para que procesemos son de segunda o tercera mano... es de una calidad que dista mucho de ser incuestionable", sigue: "La mentira y el engaño no resultan ya escandalosos ni indignantes; tampoco excluimos de la vida pública y de mutuo acuerdo a los mentirosos ni a los timadores por el simple hecho de haber quebrado nuestra confianza; -economizar con la verdad-, -ser selectivos con los hechos-, sesgar o -manipular- las noticias o elaborar informaciones falsas son el pan nuestro de cada día en la política actual"... sigue: "El ciclo de mentiras, negación de las mentiras y exposición pública de estas no hace más que inyectar fuerza en el valor del entretenimiento que ya por sí tienen la política y los políticos actuales: una virtud nada menor en un mundo obsesionado (y adicto) al entretenimiento"
Para finalizar. La discusión sobre la educación sexual integral (ESI) está totalmente teñida por esos conceptos. ¿Podemos mirar como familias para otro lado?

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