Todos los años con motivo de las confirmaciones y de las primeras comuniones los niños se confiesan y experimentan la misericordia de Dios que perdona sus pecados.
Es necesario que los niños durante la adolescencia puedan seguir ese camino de reconciliación porque les ayuda a caminar en la presencia de Jesús y los anima a reconocer sus pecados y encontrar un camino de liberación. La palabra "camino" - "caminar" muestra el dinamismo de los chicos que tienen todo por delante y la posibilidad de vivir según Jesús.
Que la familia haga consciente este gran momento y acompañe a sus hijos en la reconciliación y confesión porque los pecados necesitan se borrados y sólo Dios puede dar esa libertad de caminar sin el peso del mal. Hay chicos que necesitan más amor y misericordia que terapia psicológica, más contención y ternura que entretenimientos que no no llenan sus corazones.
Que la parroquia toda ore por los niños y sus crecimientos. Que la vida de Jesús (=la gracia) los acompañe en la recepción de los sacramentos y en la vida.-
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