Hoy, Argentina, nuevamente manifiesta la debilidad y el conflicto. Cada vez resulta más urgente el diálogo y los acuerdos sociales entre todos los sectores para que el bien común no sea un mero enunciado sino concresión esperanzada.La violencia engendra más violencia. Los responsables de la Nación han de procurar que la comunidad nacional pueda desarrollarse y crecer en base a la verdad, la justicia, el bien común, la inclusión de los que piensan distinto y los que piensan distinto deben incluir a los que piensan distinto.
La paz es posible si resperamos a los hermanos. Quienes defienden la teoría del género muchas veces son intolerantes, autoritarios y violentos. La reunión en Párana hace unas semanas atrás muestra esa espiral de violencia que dicen sufrir y que de hecho han hecho sufrir a mujeres que defendían el valor de la vida desde el seno materno.
La democracia no es el paraíso terrenal, sin embargo es el sistema que elegimos y defendemos. Esta democracia tiene que ir purificándose porque la burocracia genera mucha violencia entre los ciudadanos, y esa burocracia es "colchón" que amortigüa y sostiene a los dirigentes de mayores responsabilidades y por otro lado genera un permanente alejamiento de las autoridades respecto del pueblo.
Todos los ciudadanos somos responsables, cada uno en su medida y capacidad, de esta democracia con la cual supuestamente se comía, estudiaba y vivía... El engaño de los pícaros genera desilusión y desesperanza.
Oremos todos los días la oración por la patria... porque estamos heridos y agobiados, necesitamos tu ayuda y tu presencia porque sin Jesús nada tiene sentido y rumbo...
Un abrazo a todos y a rezar por esta bendita argentina que necesita de todos y de la conversión de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario