San Lucas 5,27-32.
Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.
Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y los escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: "¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?". Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan".
+Jesús llama a Leví, un pecador, y se junta con otros pecadores. Todo un escándalo para la época. El vino por los enfermos. En realidad todos somos pecadores aunque no lo queramos reconocer.
+El fariseo busca tapar su pecado con la careta de "yo no soy igual que los pecadores", yo soy justo, bueno, comprensivo, etc. El auto elogio es una de las características del fariseo de todos los tiempos. Necesitamos ser curados de esta enfermedad.
Sábado 29/02. 8hs Limpieza comunitaria del templo y salón parroquial. / 18hs Bautismos / 19.30hs Misa.
Domingo 1 de Marzo. Misa en la Vecinal Indio F. Rosas 10hs.
En Porres 11.30 y 20hs.
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