PANDEMIA Y VOLUNTARIADO

Los voluntarios que ponen todos los días su servicio y talento en la Iglesia, y en otras instituciones, siembran esperanza y humanidad, hacen posible la mano tendida a los más débiles. Hoy hace un año que falleció Lucía Acosta, una voluntaria que entregó, como tantos otros, su vida a ayudar a los necesitados. En ella queremos agradecer a todos los voluntarios de antes y de ahora por el trabajo silencioso y eficaz de ayudar al progreso integral de tantas personas. El voluntariado es una herramienta de interacción entre las personas y las instituciones. Son personas voluntarias que entregan "su tiempo" "con amor" "sin esperar retribución económica" por lo que hacen a favor de otros. El voluntariado católico inspira su entrega en Jesús que dio su vida por nosotros; también el voluntario da la vida por los demás y por amor a Jesús. La filantropía (amor por el ser humano) es otra forma de voluntariado que realizan algunas instituciones en favor de la familia humana sin inspiración religiosa determinada. Queremos honrar a todos los voluntarios de nuestra Parroquia y, extensivo, de toda la Iglesia por la entrega generosa y no pocas veces sin límites. Queremos reconocer el trabajo de otros voluntariados que existen en la sociedad y que tanto bien hacen. Lucía hizo un gran aporte con su entrega en Caritas, sector de la Gruta, por eso la reconocemos como "testigo de la fe" de nuestra Parroquia. Jueves 22 de abril: Misa 18.30hs., por su memoria.