(San Lucas 2,22-35)
+La presentación de Jesús en el templo, como estaba previsto por la Ley de Moisés, fue ocasión de profecía y revelación. El anciano Simeón fue conducido al templo por la fuerza del Espíritu Santo y tomó al Niño en sus brazos... sintió una gran alegría y dijo que todo se cumplió, porque no quería morir sin conocer al Salvador. +En tiempos tan complejos, como el cableado en altura que vemos en las calles de Río Cuarto, es necesario recibir al Salvador que viene a liberarnos; nos da sabiduría para enfrentar las perplejidades, nos da amor para superar la frialdad del egoísmo. También nosotros queremos reconocer al Salvador.- +Se va apagando el 2018 tan cargado de acontecimientos que nos han alegrado, que nos han hecho doler y llorar, nos han cuestionado la fe y fortalecido la respuesta/ otros han sucumbido en el desaliento diciendo que la Buena Noticia no tiene peso social, otros han preferido la ideología al Evangelio, pero todos (creyendo o no) estamos bajo la mirada amorosa de nuestro Dios.- Bendecido día
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