San Mateo 15,1-2.10-14.
Entonces, unos fariseos y escribas de Jerusalén se acercaron a Jesús y le dijeron: "¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de nuestros antepasados y no se lavan las manos antes de comer?". Jesús llamó a la multitud y le dijo: "Escuchen y comprendan. Lo que mancha al hombre no es lo que entra por la boca, sino lo que sale de ella". Entonces se acercaron los discípulos y le dijeron: "¿Sabes que los fariseos se escandalizaron al oírte hablar así?". El les respondió: "Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz. Déjenlos: son ciegos que guían a otros ciegos. Pero si un ciego guía a otro, los dos caerán en un pozo". *En tiempos de Jesús hemos visto a un ciego pobre y mendigo al borde del camino gritando por recuperar su vista... La enseñanza que un ciego no puede guiar a otro ciego es tan fuerte que muestra por un lado la incapacidad propia como un límite profundo para poder ayudar a otro. No tiene para sí, tampoco puede dar al otro... *Hoy, como ayer, Jesús se ofrece como CAMINO, se ofrece como GUIA, se ofrece como Aquél que nos conduce al Padre. Jesús pide a obispos, sacerdotes, religiosas y laicos que sean "Guías" luminosos que ayuden a encontrar a otros la luz... *Doy gracias a Dios por haber aceptado hace más de 38 años tener un GUIA /ACOMPAÑANTE/ espiritual con quien discernir el camino de la vida cristiana y sacerdotal en "nudos" propios de la vida. Doy gracias también por tantas personas que han buscado en mí -como sacerdote y amigo- ese acompañamiento. Pido perdón por aquellos hermanos a quienes no pude o no supe guiar.
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