domingo, 29 de julio de 2018

PAN COMPARTIDO: DON Y EXIGENCIA DE LA JUSTICIA

II Libro de los Reyes 4,42-44.
Llegó un hombre de Baal Salisá, trayendo al hombre de Dios pan de los primeros frutos: veinte panes de cebada y grano recién cortado, en una alforja. Eliseo dijo: "Dáselo a la gente para que coman". Pero su servidor respondió: "¿Cómo voy a servir esto a cien personas?". "Dáselo a la gente para que coman, replicó él, porque así habla el Señor: Comerán y sobrará". El servidor se lo sirvió: todos comieron y sobró, conforme a la palabra del Señor. -------------

*Dios obró conforme a su promesa... Todo lo creado es para todos. Es lo que la doctrina social de la Iglesia llama "el destino universal de los bienes"... El pan está pero hay que compartirlo mejor. Es una mentira que no alcance la comida para todos, lo que es cierto que no todos comparten, es cierto que se tira mucha comida de los banquetes, es cierto que en muchas protestas se tiran alimentos... *El pan compartido es una bendición pero además un acto de justicia. Todos tenemos derecho a vivir, a comer, a educarnos, a la salud, a la tierra, al techo y al trabajo... El sistema global que pone el dinero como rey termina esclavizando a grandes porciones de la humanidad. *Dios quiere que el hambre se sacie, sin embargo nos abre a una esperanza más profunda: que todos vivamos para siempre en su presencia, que todos vivamos en comunión con Él y los unos con los otros. ¿Es utopía? El creyente no puede mirar pasar sus días en la queja, en la impotencia, en no se puede hacer nada... Todo lo que cada uno pueda aportar al bien de los demás hace el mundo un poco más fraterno. Los no creyentes también tienen que mejorar esto porque son parte de la única familia humana...

Bendiciones

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