San Roque, peregrino
fecha: 16 de agosto
†: c. 1379 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: c. 1379 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Lombardía, san Roque, que, nacido en Montpellier, en el Languedoc,
adquirió fama de santidad con su piadosa peregrinación por toda Italia curando
a los afectados por la peste.
patronazgo: patrono de varias ciudades europeas, de los
prisioneros, enfermos, hospitales, enfermeros, médicos, cirujanos,
farmacéuticos, agricultores, jardineros, carpinteros, sepultureros, marchantes
de arte; protector contra la peste, el cólera, la rabia, los accidentes, y
dolores de pie, piernas y rodillas
Enfermero. Año 1378. Roque significa: "Fuerte como
roca". Este santo se ha hecho famoso en el mundo por los
grandes favores que consigue a favor de pobres y enfermos. Su popularidad ha
sido verdaderamente extraordinaria cuando a pueblos o regiones han llegado
pestes o epidemias, porque consigue librar de la enfermedad y del contagio a
muchísimos de los que se encomiendan a él.
San Roque nació en Montpellier, de una familia sumamente rica. Muertos
sus padres, él vendió todas sus posesiones, repartió el dinero entre los pobres
y se fue como un pobre peregrino hacia Roma a visitar santuarios. Y
en ese tiempo estalló la peste de tifo y las gentes se morían por montones por
todas partes. Roque se dedicó entonces a atender a los más abandonados. A
muchos logró conseguirles la curación con sólo hacerles la señal de la Santa
Cruz sobre su frente. A muchísimos ayudó a bien morir, y él mismo les hacía la
sepultura, porque nadie se atrevía a acercárseles por temor al contagio. Con
todos practicaba la más exquisita caridad.
Así llegó hasta Roma, y en esa ciudad se dedicó a atender a los más
peligrosos de los apestados. La gente decía al verlo: "Ahí va el
santo". Y un día mientras atendía a un enfermo grave, se
sintió también él contagiado de la enfermedad. Su cuerpo se llenó de manchas
negras y de úlceras. Para no ser molesto a nadie, se retiró a un bosque
solitario, y en el sitio donde él se refugió, ahí nació un aljibe de agua
cristalina, con la cual se refrescaba.
Y sucedió que un perro de una casa importante de la ciudad empezó a
tomar cada día un pan de la mesa de su amo e irse al bosque a llevárselo a
Roque. Después de varios días de repetirse el hecho, al dueño le entró
curiosidad, y siguió los pasos del perro, hasta que encontró al pobre
llaguiento, en el bosque. Entonces se llevó a Roque a su casa y lo curó de sus
llagas y enfermedades. Apenas se sintió curado dispuso el santo
volver a su ciudad de Montpellier. Pero al llegar a la ciudad, que estaba en
guerra, los militares lo confundieron con un espía y lo encarcelaron.
Y así estuvo 5 años en la prisión, consolando a los demás prisioneros y
ofreciendo sus penas y humillaciones por la salvación de las almas.
Y un 15 de agosto, del año 1378, fiesta de la Asunción de la Virgen Santísima,
murió como un santo. Al prepararlo para echarlo al ataúd descubrieron en su
pecho una señal de la cruz que su padre le había trazado de pequeñito y se
dieron cuenta de que era hijo del que había sido gobernador de la ciudad.
Toda la gente de Montpellier acudió a sus funerales, y desde entonces
empezó a conseguir de Dios admirables milagros y no ha dejado de conseguirlos
por montones en tantos siglos. Lo pintan con su bastón y sombrero de
peregrino, señalando con la mano una de sus llagas y con su perro al lado,
ofreciéndole el pan.
Que San Roque bendito nos
libre de enfermedades, epidemias y contagios del cuerpo y del alma. Amén
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