LA SALVACION DE JESUS INCLUYE

San Mateo 8,1-4. Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguió una gran multitud. Entonces un leproso fue a postrarse ante él y le dijo: "Señor, si quieres, puedes purificarme". Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado". Y al instante quedó purificado de su lepra. Jesús le dijo: "No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que ordenó Moisés para que les sirva de testimonio". *Jesús en la montaña ora a su Padre y enseña a sus discípulos. La montaña es un lugar de encuentro. *En medio de la multitud un leproso fue a postrarse ante Él (totalmente prohibido por las normas religiosas y sanitarias del pueblo elegido) y le pide que si quiere lo purifique. Jesús accede al pedido: extiende la mano y lo toca (imposición de manos) cosa que también estaba prohibida y lo volvía impuro al mismo Jesús... Con toda firmeza dice: lo quiero. Queda puro... Jesús está por encima de las prohibiciones y obra con el poder de Dios. *Ve a presentarte a las autoridades y lleva la ofrenda prescripta para que te declaren libre de lepra... No le digas como es que te curaste... La exclusión social del leproso la viven tantos y tantos hermanos en el mundo antes, durante y lamentablemente, casi seguro, después de la pandemia. Jesús ofrece, más allá de la curación, la salvación y la paz. El bautizado de modo particular necesita trabajar constantemente para que ningún hermano quede excluido. La "exclusión" es una periferia existencial que quita dignidad a las personas. Misa, con puesta de cenizas en cinerario parroqual, 18hs. A continuación rosario de los hombres de la comunidad por facebook de la Parroquia Nuestra Señora de Luján y San Martín de Porres