La navidad afianza la libertad religiosa, el respeto por la conciencia y los derechos y la responsabilidad ciudadana frente a los compromisos (deberes).
Nadie puede adueñarse de nuestra libertad. Somos libres y responsables de su ejercicio. Nadie nos regala derechos porque los derechos de la persona están grabados en el corazón mismo del hombre o mujer. Ninguna ley humana puede estar por encima de la conciencia por eso la objeción de conciencia ante cualquier mal al que se nos obligue debe ser ejercida sin temor y con firmeza de espíritu... Los objetores de conciencia no son caprichosos que les gusta hacerse los dificiles sino aquellos que se niegan a obrar el mal al que los expone el gobernante de turno... La objeción de conciencia no es una gracia que concede el estado sino la más profunda raíz del que reconoce y valida su conciencia.
La libertad religiosa de la Iglesia católica es atacada bajo el falso concepto de separación Iglesia-Estado. El Estado argentino es independiente de la Iglesia y no se trata de un estado teocéntrico como en otras latitudes... La mutua colaboración e independencia es el camino que se recorre en la actualidad y en muchos otros tiempos. Cuando la Iglesia se pegó a cualquier poder perdió la eficacia del anuncio y el testimonio de su servicio... La libertad religiosa es atacada fuertemente por grupos que en nombre de la defensa de sus derechos son tan autoritarios que pretenden someter todo a sus caprichos. No podrán anular el anuncio de Jesucristo por más que se lo propongan ya que muchos lo han intentado y han pasado por el mundo sin cambiar nada. San Pablo decía: podrán encarcelarme a mí, pero nunca a la Palabra de Dios.-
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