viernes, 13 de diciembre de 2019

AGRADECIMIENTO SACERDOTAL

AGRADECIMIENTO.-
Hace 33 años, un día sábado 13 de diciembre (1986), nos ordenábamos sacerdotes Dany Bruno, Coqui Vaudagna y yo; en la misma celebración Herman Bosco era ordenado diácono.
Quiero agradecer:
*A Dios, la Virgen de la Consolata y a los santos intercesores.
*A Vilma y Humberto que me dieron la vida y también a mis hermanos Ariel y Claudia. Y a toda la familia.
*Al barrio, al Colegio La Consolata, a la Parroquia y sus catequistas, al Seminario Loreto (Córdoba), a las familias y parroquias donde hice pastoral. Tengo algunos amigos entrañables de aquella época. A los Obispos, sacerdotes y fieles que me acompañaron y acompañan.
*A las comunidades parroquiales donde estuve: General Levalle, San Basilio, Seminario Jesús B. Pastor, Vicuña Mackenna, Luján-Porres. Con sus respectivas capillas y pueblos. Dios me regaló no pocos amigos de la vida.
*Pongo en las manos de Dios mi presente y futuro. Pido perdón por todo lo que no pude o no supe hacer, por malentendidos, incomprensiones que hayan causado daño, pecados que siempre los puse en las manos misericordiosas de Dios.
*Nací en la década del 60 del siglo pasado. Me formé en el siglo pasado. Sirvo en la actualidad al Evangelio dentro de la Iglesia Católica a la que amo, aún con su rostro lleno de arrugas y también con la alegría de sus perfumes de servicio.
*Quisiera pedirles oración para que todos los creyentes podamos estar de pie en una sociedad desconcertada y tambaleante. Oración también por todos aquellos que siendo personas de buena voluntad contribuyen al bien común, a la paz y la justicia.
Esta breve reseña es mi agradecimiento por todo lo que Dios y la Iglesia me regalaron. Es también el compromiso que quiero renovar en el servicio a Jesucristo, a la Iglesia y a la humanidad. Gracias y bendiciones.
P. Jorge Luis Basso

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