miércoles, 26 de septiembre de 2018

DESPUÉS DE UNA SEMANA SIN INTERNET... VOLVIO LA PAGINA

San Lucas 9,1-6.
Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para curar las enfermedades. Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos, diciéndoles: "No lleven nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno. Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el momento de partir. Si no los reciben, al salir de esa ciudad sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos". Fueron entonces de pueblo en pueblo, anunciando la Buena Noticia y curando enfermos en todas partes.

*Jesús con-vocó: dio vocación, hizo un llamado... Llamados a expulsar el mal, a curar-consolar a los enfermos... El mal adquiere formas variadas, algunas muy torpes que llaman la atención y asustan y otras más sutiles-diarias-comunes que pasan desapercibidas. Estos últimos males son los más difíciles de reconocer, de asumir y cambiar, porque "son comunes" - "todo el mundo los hace" -"no están tan mal"... Jesús nos pide que elijamos siempre el bien y la verdad, nunca el mal y la mentira aunque sean pequeños... *Nos llama a servir y para ello es mejor no estar apegados a las cosas... Un día un nene le dice a su mamá: "cerra la puerta que nos van a robar" y la madre contesta: "qué nos van a robar si no tenemos nada"... Esta conversación nos muestra que tener mucho o más o menos nos consume tiempo, esfuerzo, cuidados. El que anuncia el Evangelio está llamado a no apegarse a las cosas. Es una conversión permanente a la que estamos llamados quienes hemos consagrado la vida... *La "vida itinerante" hoy suena a vagancia. San Francisco de Asís tuvo que soportar el desprecio de su padre porque renunció a todo lo que tenía para servir a Cristo. Jesús pide a la Iglesia que no se apegue a los bienes del mundo... Bendecido día.-

No hay comentarios: