ESPIRITUALIDAD DEL TRABAJO Y EL DESCANSO

PARROQUIA LUJAN PORRES.- 

El libro de los Provervios 10, 4 "La mano indolente empobrece, pero el brazo laborioso enriquece"... Todos los días necesitamos expresar la sabiduría y la inteligencia que Dios dio a los hombres para recrear el mundo creado. Perdemos esa inteligencia y sabiduría cuando motiva el trabajo única y exclusivamente el lucro, porque muestra la depredación del hombre obnubilado por el dinero.-

El que pudiendo trabajar no trabaja empobrece esa capacidad que Dios le dio para vivir dignamente y para ayudar al bien común de la humanidad. El descanso, que viene después del trabajo, ayuda a recomponer las fuerzas físicas e intelectuales, ayuda a recomponer la interioridad.

Por eso el día de descanso encuentra su vértice principal en que es DIA DEL SEÑOR, día para el Señor, y desde ésto el descanso recupera su espiritualidad y la riqueza del encuentro con los otros en la comunidad y en la familia.-
Bendecido día.