lunes, 2 de enero de 2017

UNA MOTO, UNA VIDA.

Queridos chicos de Río Cuarto.-
Duele hasta el alma ver todos los días accidentes de jóvenes, y de otras edades, en motos. Cuando los padres los trajeron al mundo para vivir una historia, para hacer un camino, para formar una familia y ser parte de esta sociedad, nunca pensaron que iban a morir tan jóvenes o quedar dañados en su salud para siempre.
Duele hasta el alma ver vidas truncadas por una moto, o por el mal uso de ella. Chicos, también de otras edades, la vida sobre una moto corre riesgo cuando se acelera indebidamente, cuando se hacen piruetas innecesarias, cuando no se usa el casco. La moto exige mucha responsabilidad en cada uno de los ciudadanos que la usa porque de no tenerla seguiremos llorando la vida truncada de tanta gente que está llamada a ser parte de esta sociedad y a contribuir con su desarrollo y bienestar.
Duele hasta el alma ver chicos y chicas caerse de la moto y golpearse la cabeza sin casco... A la moto hay que echarle nafta pero también casco en la cabeza. A la moto, expresión de mucha libertad, hay que sumarle responsabilidad. A la moto, tan atractiva para jóvenes y otras edades, hay que sumarle amor a la vida.
Como cura rezo por todos los jóvenes, y familias que viajan con niños, en moto para que puedan salir y volver. Es doloroso ver un chico recién comenzado 2017 tirado sobre una vereda y bajo la lluvia, siendo asistido por personas del barrio que con el corazón en la boca tienen el presentimiento que si se salva le quedarán huellas para toda su vida...
SI USAS MOTO, que tu libertad y responsabilidad sean tu casco, tu seguridad, tu proyecto para la vida.
DIOS PENSÓ EN VOS y no quiere que te lastimes.

No hay comentarios: