jueves, 5 de enero de 2017

¿QUE HACER ANTE AQUELLO QUE PARECE IMPOSIBLE DE CAMBIAR?

¿QUE HACER ANTE AQUELLO QUE PARECE IMPOSIBLE DE CAMBIAR?

*Hace más de veinte años dejé de fumar el acostumbrado atado diario de veinte cigarrillos Malboro. Había intentado varias veces desde la adolescencia, ya en la juventud y en el seminario también me propuse y lo lograba parcialmente por una temporada... Siendo cura hice dos pruebas de más de un año de abstinencia de pucho y volvía, pero algo me iba permitiendo descubrir "cual era mi momento de adicción"... La tercera vez que encaré el tema en serio descubrí mi momento de adicción y desde allí no fumé más. Siento un profundo alivio de no fumar y reconozco cuánto le cuesta a cada uno de los fumadores largar el pucho para siempre... El autoengaño sobre el manejo del pucho es un aliado de la adicción.  En el momento de adicción, que duraba apenas unos segundos, tenía ganas de comprar alguna empresa de cigarrillos o tener el camión que los transportaba a mi disposición, el kiosko quedaba chico para saciar la intensidad de la demanda... Después de tener ese dato (momento de adicción) me propuse resistir y poco a poco dejé de tener ganas de fumar... 

*Conversando con muchachos de Alcohólicos Anónimos -que están presentes en la Parroquia desde hace más de 25 años- el sistema de compartir y escucharse les ayuda a vivir en sobriedad... Estos grupos de ayuda mutua tienen diversos niveles de perseverancia en sus concurrentes... Varios muchachos han logrado años y años de sobriedad y lo celebran en grupo porque sus vidas han cambiado notablemente. Otros prueban un tiempo y recaen. Otros creen que es algo mágico y que se trata de suerte o no suerte el salir... La adicción al alcohol, las drogas, el cigarro, el juego, la televisión, la pornografía, etc. tiene como trasfondo una debilidad humana, personal, social, a la que hay que prestar atención para salir, crecer y perseverar en sobriedad.

*Observo con mucha preocupación -desde hace muchos años- como se ha naturalizado el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y con ello una especie de "pseudo cultura alcohólica" que entró en la sociedad como algo normal. La adicción social al alcohol es puerta sin barreras a las adicción de drogas pesadas... El narcotráfico es sumamente peligroso, pero igual o peor es la justificación social de consumo excesivo de alcohol... Las múltiples fiestas terminan casi siempre con el mismo comentario: "qué manera de chupar"... Este fenómeno que se observa en adolescentes y jóvenes de todos los niveles sociales es alarmante, pero no menos penoso es cuando se da en los adultos que están llamados a educar responsablemente... Nos conformamos con: "si consumís no manejes" y eso no es poco porque pone en peligro al resto de la población, pero no soluciona el problema social del consumo... Ya no es consumo es consumismo de alcohol. 

*¿Cómo es posible que en la previa del comienzo de cada año escolar haya que "hacer control de alcoholemia a la entrada de las escuelas? ,,, No tengo interés de culpar, pero sí que nos preguntemos ¿qué nos está pasando?... Esto que pasa en la secundaria se repite en fiestas de universitarios, casamientos, encuentros entre amigos, fiestas familiares, etc... 

¿Tiene sentido seguir haciendo fiestas de egresos montadas sobre la lógica del alcohol y la locura?

Dice Jesús: "El que no tenga pecados que tire la primera piedra" (Juan 8)...  Puse al comienzo lo que me costó superar la adicción del cigarro, les conté el testimonio de sobriedad de tantos hermanos que fueron superando la adicción al alcohol y finalmente planteo la pregunta: ¿qué hacer juntos ante la naturalización del alcohol y la droga como diversión y escape de la realidad?








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