lunes, 23 de junio de 2014


Saludo del presidente: El sacerdote saluda a la asamblea reunida. Esta es la primera comunicación oral entre la asamblea y quien preside. Este saludo cumple la función de todo saludo entre quienes se encuentran y se disponen a realizar juntos una acción pero, además, recuerda y destaca el sentido cristiano y el misterio de la asamblea litúrgica. Es decir, no es un simple “buenos días” o ¿hola que tal?”. Cuando el sacerdote celebrante mira a la asamblea, reconoce en ella la presencia de Jesús Resucitado y cuando la asamblea ve al que preside en nombre y representación sacramental de Cristo, reconoce en él la presencia del Señor. Por lo tanto, no somos nosotros, por nuestros meritos y cualidades, los que vamos a animar y dirigir la celebración, sino que es Cristo y su Espíritu, quienes lo harán dándonos su presencia y fuerza para que sea eficaz la Eucaristía. Hay varias fórmulas para el saludo pero la más antigua y característica es: “El Señor esté con vosotros”,” Y con tu espíritu”. Como vemos, es una frase corta, pero dice mucho más de lo que aparentemente queremos decir…

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