Un grupo de 25 jóvenes, además de los coordinadores, realizaron un día de silencio, un día de desierto. El testimonio de muchos de ellos indica que fue positivo sentir en el silencio la posibilidad de encontrarse con Jesús y consigo mismos.
El domingo 1 de Julio apareció nublado y fresco pero hacia la mitad de la mañana salió el sol y el resto del día fue espléndido para caminar por el parque, sentarse bajo un árbol, sentir el canto de los pájaros y la suave briza
El texto de la samaritana sirvió como motivación.
Finalizaron la jornada con la Misa comunitaria en el templo parroquial.
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