El matrimonio es una vocación (llamado de Jesús) a construir un proyecto de vida y amor en común, que por eso mismo se convierte en misión en la Iglesia y la sociedad.
El matrimonio
entre personas y mucho menos una sociedad anónima. El cuadro es muy representativo de un tiempo en el que cuesta todo: escuchar, amar, ser amado, fidelidad, compromiso, sacrificio, sostener un proyecto, vencer las tentaciones, etc.
El peor enemigo del matrimonio no es la infidelidad sino el individualismo que termina casi siempre en "salirse con la de uno" sin darse cuenta que "los dos pierden". Rezamos por todos los matrimonios para que puedan superar los momentos difíciles y a los que han pasado por la dura prueba de la separación los alentamos a vivir con esperanza y cercanía la presencia de Jesús.
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