Se realizó el 29 de Junio la Fogata anunciada de San Pedro y San Pablo con una gran concurrencia de niños con sus familias. También estuvieron presentes los jóvenes.
Hubo cantos, bailes, rezos, en torno a la fogata que duró una hora. Se arrojaron al fuego más de veinte muñecos que los chicos y la gente particular hicieron para pedir la purificación de los pecados de la vida y descubrir en el calor y la luz la presencia de un Dios que nos cuida y protege con su amor.
Los vivas por Jesús, la Virgen y los Apóstoles Pedro y Pablo no faltaron. UNA FIESTA ALEGRE
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