martes, 13 de julio de 2010

AL BORDE DEL CAMINO

En el tiempo de la “pluralidad de opiniones” (todo es opinable) y, por ello, el parámetro no es la verdad objetiva sino la verdad subjetiva (“mi verdad”) y se construye a partir de la experiencia individual y a lo sumo a la experiencia de consenso. La revelación divina se encuentra una vez más “al borde del camino” de la cultura actual y desde la periferia del pensamiento postmoderno se anima a profetizar, a anunciar la buena noticia, a proponer con firmeza y claridad que Jesucristo Señor de la historia es el mismo ayer, hoy y siempre. Como en el tiempo de su presencia histórica en Galilea, en Jerusalén algunos reciben la buena noticia, otros la miran con indiferencia, otros la rechazan.
Nuestra actitud de discípulos y misioneros no puede ser “hacer caer fuego sobre Samaria” (ninguna situación humana adversa al Evangelio) sino la de ayudar al hombre y pueblo golpeado por los asaltantes y bandoleros de esta época…

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