San Lucas 16,19-31 (leer desde biblia)
+Nuestra vida tiene sentido en el presente (historia) si se orienta, según mandato bíblico, hacia la eternidad. Todo lo que pasa acá, repercute en el más allá. Esto plantea la parábola del hombre que apegado a su bienestar despreciaba al indigente. Ya muertos ambos, el rico de la tierra que no le importaba Dios ni los hermanos estaba en el abismo eterno y Lázaro junto a Dios.
+Desde el abismo pide clemencia. La clemencia que no tuvo ahora la reclama para sí y sus hermanos que están en la tierra y llevan su misma vida. Dios le responde que tienen a Moisés y los profetas, que los escuchen... Aunque un muerto resucite, no creerán.
+El apego mundanal vuelve insensible el corazón hacia el prójimo, vuelve insensible el corazón hacia Dios. No pocos ofrecen su corta vida al dios dinero y en su altar sacrifican a propios y extraños.
+Señor, líbranos del apego mundanal para que caminemos por tus sendas de verdad y amor, y al llegar a la meta del abrazo eterno escuchemos decir: bien servidores fieles, entren a gozar de los bienes de su Señor.
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