lunes, 1 de abril de 2013

CONFIANZA EN DIOS, EN SI MISMO, EN LOS OTROS

Hemos sido invitados por Dios a confiar en El. El dilema es confiar o no. Quienes confiamos en Dios nos damos cuenta que es la base de la confianza en uno mismo y en los demás. La renovación y nueva valoración de la confianza puede ayudarnos a pensar y soñar con una familia con más armonía: los esposos renueven la confianza basada en el amor y el conocimiento mutuo; padres renueven la confianza en sus hijos en quienes están sembrando educación ya que un día ellos se afirmarán en esto para avanzar en el mundo y la historia; hijos tengan confianza en sus padres porque ellos (xon defectos y todo) los quieren y los animan y no son sus enemigos; hermanos crezcan y construyan confianza mientras son chicos para que cuando sean grandes nada los enfrente y los distancie... La confianza en Dios, la educación y ejercicio de la confianza en familia son el fundamento de la mirada confiada en los demás que encontramos al trasponer el umbral de casa. Este valor no es ingenuo sino altamente necesario para vivir con posibilidad la propia dignidad humana y compartirla con los demás. Ningún sistema político, económico y cultural son sustentables si falta la confianza en las relaciones entre las personas. un abrazo para todos.

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