viernes, 21 de septiembre de 2012

NICOLAS: un nuevo llamado a la justicia

La desaparición de una persona tiene un efecto muy profundo en las vidas de las personas que le rodean. Para cientos de miles de familiares de personas desaparecidas en todo el mundo, vivir en el vacío causado por la incertidumbre sobre lo que sucedió es una tortura diaria. No puede haber descanso, ni luto ni olvido hasta que la verdad no salga a la luz. Esta búsqueda de la verdad es extremadamente frustrante y dolorosa, y los familiares están generalmente solos en su desesperación. El sentido de injusticia está a menudo exacerbado por el conocimiento de que no se han emprendido acciones para poner a los presuntos perpetradores a disposición judicial. Los familiares de personas desaparecidas necesitan asistencia en la localización de la persona desaparecida, para presionar por la verdad, la justicia y para recordarle al mundo el dolor causado por las desapariciones.

Escrito por Rosa Sabena, mamá de Nicolás.

Nuestra Parroquia rezó y reza por este doloroso motivo y para que la justicia encuentre los responsables y la familia pueda al menos encontrar paz.
p. Jorge Luis Basso

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