domingo, 17 de julio de 2011

TRIGO Y CIZAÑA



El Evangelio de este Domingo nos plantea el Reino como una siembra de trigo bueno, que el enemigo de Dios busca entorpecer con la cizaña signo del mal.


Aunque el mal ha sido vencido en Cristo todavía se insinúa en el corazón libre de los hombres el deseo de ser "otros dioses" y la lucha por ser fieles a Dios o ser fieles a sí mismos.

Esto se dará hasta el fin de los tiempos en que finalmente el trigo bueno será guardado en el granero y la cizaña quemada.

Como reflexión final: los hombres somos más hombres en la medida que el bien nos ayuda a orar, pensar y actuar según los criterios del Evangelio y somos hombres más deshumanizados en la medida que el mal se apropia de nuestros corazones y matamos, destruimos, nos enfrentamos, nos resentimos, nos esclavizamos en la intolerancia frente al hermano.

Jesús, que tu Pascua sea muerte a la cizaña que hay en nosotros y nacimiento de un nuevo trigo de bondad, verdad, belleza y libertad.



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