En una noche fría, ventosa y lluviosa, un puñado de jóvenes de nuestra parroquia, de la pastoral universitaria y de otras parroquias caminaron hacia Reducción.
Muchos no llegaron por el agua, el intenso frío, pero valió la pena la experiencia de seguir a Cristo en los momentos más duros.
Gracias por el testimonio!
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